martes, 22 de febrero de 2011

Virtual human being

     Aunque aún nos seguimos maravillando con los avances médicos para mejorar nuestra calidad de vida, e incluso para alargar esta (desde el implante coclear, que mejora la capacidad auditiva, hasta el marcapasos, aparato electrónico generador de impulsos que excitan artificial y rítmicamente el corazón cuando los marcapasos naturales del corazón no pueden mantener el ritmo y la frecuencia adecuados) cada día están más presentes entre nosotros.   

     Por otra parte, quiero retomar el hilo o temática artística de mi publicación anterior. Los artistas se dan cuenta de que, con la aparición de internet, surge la cibercultura, el espectador puede participar. Además la idea tradicional de que el hombre se compone de dos partes, cuerpo y mente, se retoma y el cuerpo sale perdiendo frente a la mente. La mente es algo independiente. Y se experimentan con las distintas posibilidades que la tecnología ofrece. Por ejemplo, el artista Stelarc con su obra "Tercer Brazo", se implanta un brazo robótico, que en principio controlaba con músculos de su estómago, luego por un lenguaje gestual, y hoy se puede controlar desde espacios interactivos. Para él, esta obra es una metáfora de la extensión del hombre a través de la tecnología; también en él confluye la teoría cyborg de la integración del organismo con las máquinas.


     La teoría cyborg o del organismo cibernético, habla de un organismo integrado por sistemas naturales y artificiales. Según Donna Haraway, todos somos cyborgs: tomamos medicamentos, la comida que comemos está manipulada y ya integramos la tecnología en nuestro cuerpo a través de dispositivos. Somos humanidad, cultura y tecnología.




     En relación con esto, cabe destacar el Proyecto Cyborg emprendido por el científico Kevin Warwick, dentro del cual él mismo ha instalado un mecanismo electrónico en su cuerpo. El dispositivo fue implantado el 14 de marzo de 2002 en el sistema nervioso de Warwick. El electrodo de distribución insertado constaba de 100 electrodos, a 25 de los cuales podía accederse en cualquier momento, mientras que el nervio mediano controlaba el paso de las diversas señales. El experimento fue exitoso y la señal producida fue tan detallada, que un brazo robot construido por un colega de Warwick, el Doctor Peter Kyberd, fue capaz de reproducir los movimientos del brazo de Warwick.
     Por medio del implante, el sistema nervioso de Warwick fue conectado al internet en la Universidad de Columbia, Nueva York. Desde allí, él fue capaz de controlar el brazo robot de la Universidad de Reading y de obtener respuesta de sensores en los dedos. También conectó con éxito los sensores ultrasónicos en una gorra de béisbol y experimentó así una forma de percepción nueva.
     Una extensión del experimento, consistió en un distribuidor que le fue implantado en la esposa de Warwick con el objetivo de crear alguna forma de telepatía o de empatía usando el Internet para comunicar las señales desde lejos. Fue también un éxito y por primera vez se produjo una comunicación puramente electrónica entre el sistema nervioso de dos seres humanos.
     Se temía que la interconexión directa de los implantes con el sistema nervioso pudiera causar algún daño, pero en el experimento no se encontró ningún cambio mensurable.




     Mucho se ha creado dentro del ámbito de la ciencia ficción acerca de este tema. Me llama la atención el caso de la película "Matrix". Aunque la temática central es que el mundo será gobernado por las máquinas a las cuales serviremos de fuente de alimentación, quiero centrarme en la idea del cuerpo o avatar que utilizan los protagonistas para entrar dentro de este mundo, creado por las máquinas. Su cuerpo real, lleno de cables, puede conectarse a un ordenador, que les descarga un software en el cerebro. Así en esta escena vemos como Neo aprende Kung Fu a través de este sistema.

http://www.youtube.com/watch?v=j82GKTgVDkw

     Es la idea de un cuerpo mecánico, controlado por nuestro cerebro, pero al cual también podemos descargar datos. Una idea similar está también tratada en la serie manga "Ghost in the Shell". El propio título alude al fantasma, que sería el espíritu humano, insertado en un cibercerebro avanzado y que puede ser transferido o implantado un cuerpo cibernético, conservando la personalidad y los recuerdos de su original.


     Aunque esta última parte no es más que pura fantasía, bien sabido es que, en ocasiones, la realidad supera la ficción.

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